domingo, 19 de octubre de 2014

Somos Madres: el día de la Madre

Aquí ha llegado el día. Ese otro día que nos da miedo. Miedo por sentir dolor, por sufrir. Bronca porque no está. Impotencia. Llanto.
Sentimos que diablo mismo inventó el día de la madre.
 
Amig@s, es mi cuarto día de la madre sin mi hijo. Y no les voy a mentir, el primero es el mas duro. Luego nos vamos acostumbrando, como a todo. Pero hoy pienso en esos padres que estarán solos, solos por primera o segunda vez. Y por mas que estén acompañados, se sienten solos. Porque, en este día, solo piensan en un persona: su bebé.
 
Hay veces que queremos que nos saluden, porque nos sentimos madres, los llevamos en nuestras pancitas y los ayudamos a crecer. Algunas tuvimos la suerte de traerlos a este mundo, dormidos, pero los trajimos. Otras tuvieron la suerte de verlos respirar.. aunque sea unos minutos. Pero todas sentimos lo mismo.. ese amor de madre. Ese sentir que dice una amiga "te amé desde el momento que supe que estabas dentro mío". Somos madres.
A esas madres en especial hoy quiero saludarlas y reconocerlas por su fuerza. Somos madres, aunque no llegamos a criarlos y verlos crecer en la vida. Somos madres, aunque nuestros hijos nos hayan dejamos demasiado temprano.
 
Nuestros hijos nunca serán olvidados porque siempre los llevaremos en nuestros corazones. Somos madres.
 
Hoy tal vez necesitemos un abrazo, un saludo, un llamado, un mensaje de texto, una frase enviada por mail o compartida en el muro de Facebook, un ramo de flores, un perfume, una sonrisa "todo estará bien".
Hoy tal vez necesitemos alejarnos, llorar, que no nos saluden, ignorar el día, que nos acompañen a hacer algo totalmente a lo esperado este día.
 
Cada una de nosotras es diferente. Nuestros duelos son diferentes.
 
Yo no estaba lo suficientemente fuerte como para recibir un saludo. Mi primer día de la madre preferí que me ignoren, preferí pasar desapercibida. Demasiadas emociones y era lo que sentía que podía hacer, porque no hay recetas.
 
Hacé lo que sientas que te va a hacer bien. Y compartí tu deseo con aquellos que te quieren. Ellos no saben qué te hará bien o que querés, pero solo tenés que decírselo.
 
¿Qué te haría sentir bien?

martes, 7 de octubre de 2014

Cuando Dios no es la respuesta

Mirando hoy hacia atrás puedo ver que tal vez nunca fui muy creyente ni practicante de la iglesia católica. Fui bautizada de bebé y tomé la comunión a los ocho años. Me casé bajo los mandatos de la iglesia católica. Y le realicé a mi primer bebé un servicio y lo llevamos al cementerio. Pero en el fondo se que creo en Dios porque así me lo enseñaron, no porque yo crea. Me cuesta creer en él ciegamente. ¿Y si todo es una creación para poder controlar a las personas para que vivan en comunidad? Si existe Dios, ¿por qué deja que sufran muchas personas hambre, enfermedades dolorosas, abusos y todo tipo de atrocidades? Alguien me dijo que él hasta entregó a su único hijo y que éste también sufrió. ¿Cómo puedo aceptar que él deja que suframos porque "sabe porqué hace mas cosas" o "que luego nos compensará"? Me cuesta creer.
No me malinterpreten... me parece bárbaro aquellos que creen... solo que a mi me cuesta. Me parece injusto (y él se supone que es una persona justa).
Encima vivo con una sensación que estoy haciendo algo malo o pecando porque pienso esto. Pero así me siento.
Por mas que recé Dios no me escuchó. Por mas que recé, Dios no me trajo paz. Por mas que recé Dios me dejó sola todo el año.
Podrán decir que me recompenzó porque tuve otra hija. Pero entonces solo las obras buenas son obra de Dios? Hubiese preferido no pasar por tanto dolor y tener mi primer hijo vivo que se muriera y tener otra hija.... no me gusta pensar que ella es una compensación.
También dicen que Dios sabe lo que que hace.. o porque lo hace... pero para mi no fue LA RESPUESTA. No encontré en él contención. No encontré en él ninguna respuesta. No encontré en él esperanza. No encontré nada de lo que dicen que es cuando lo necesitamos.
Siento que lo único que hice fue culparlo. Necesitaba, y necesito, que alguien sea responsable por su muerte. No me gusta la idea de que las cosas "simplemente pasan".
 
Tal vez, mi fe no es suficiente. Tal vez, no soy tan creyente.