domingo, 29 de junio de 2014

Porqué mi primer bebé no tiene nombre

 
La inocencia del primer embarazo. Las esperanzas intactas. Respirando día a día el maravilloso momento que estaba por llegar. Ese momento que todo el mundo habla desde que somos chicas: el mejor momento de tu vida.
A penas quedé embarazada la primera vez tenía mucho miedo. Esos miedos de primeriza. En la semana 6 tuve un pequeño sangrado.. marrón por suerte, que luego descubrimos que era el de implantación. No podía conseguir turno con mi médico de toda la vida y andaba con miedo porque me dolía del lado izquierdo. Cuando finalmente tuve turno, me dijo "¿no te dio los papeles mi secretaria?" Yo le pregunté "¿Qué papeles?" hablando dos segundos mas con él me confirmó que no era el medico que yo necesitaba. Asi que me lleve los papeles y me hice los análisis pero nunca mas volví. Y en el medio me enteré que tenía infección urinaria asintomática... lloré un montón.. creí que era lo peor que me podía pasar. Luego vimos varios obstetras antes de elegir el definitivo (ni tenia idea que iba a ser una decisión clave).
Ilusión. La ilusión de enterarnos qué era en el mismo momento. La ilusión que el obstetra dijera cuando naciera "¡es un varón!" o "¡es una nena!". No importaba si era varón o nena, queríamos a nuestro hij@ y poníamos el acento en su salud ("lo importante es que venga sanito").
En la semana 20 hicimos el scan fetal y la doctora nos preguntó y aceptó nuestra decisión de no querer saberlo. Estaba todo perfecto. Y dijo que era muy evidente qué sexo tenía asi que no iba a mostrar mucho para no nos dábamos cuenta. Ahí empecé a preguntarme ¿se notaba que era varón o que era nena?
Compré alguna ropita color crema, amarillita y blanca. Después del sexto mes, un día fuimos con mi marido a Cheeky y pedimos un conjuntito lindo para salir de la clínica. La vendedora nos preguntó qué era y le dijimos que no habíamos querido saberlo y nos dijo "Ah, si no saben no tengo nada. Lo de algodón blanco está ahí".
La sociedad no está preparada para no saber el sexo de un bebé. Rompés lo establecido y te miran como que estás loca. Pero nosotros seguíamos con la misma idea.
 
Cuando nuestro obstetra nos dijo que tenía que nacer ya que estaba sin vida... obviamente no era lo que habíamos soñado. Pero yo quería al menos mantener esa imagen del bebé hermoso que imaginaba al cerrar los ojos, al ver las ecografías. Encima el medico nos dijo que nuestro bebé había muerto un par de días atrás y seguramente estaría macerado. Mas me aferré a esa imagen en mi cabeza.. del hermoso bebé que había imaginado. Y pedí no verlo. Sería una imagen muy fuerte y que me acompañaría el resto de mi vida impregnada en mi retina... además del dolor en mi corazón.
 
Cuando la empresa funeraria nos entregó el certificado de defunción, les comenté que no habíamos querido saber su sexo.. ni importaba era igualmente nuestro hijo. Y ellos doblaron el papel para que no lo viera.
 
Tiempo después mi mamá me comentó que el cura en el cementerio le preguntó el nombre del bebé y ella dijo "no tiene". El cura no entendía cómo era que no tuviera nombre. Y yo me pregunto ¿acaso Dios necesita saber nuestro nombre para amarnos y recibirnos?
 
Parecíamos locos, queriendo mantener una decisión que habíamos tomado durante un escenario de felicidad plena, aferrados a ella... parecía que era lo único que nos quedaba de ese momento y no queríamos que cambiara.
 
Eventualmente el destino me llevo a enterarme sin querer. Seguramente era el momento. Fue sin querer, ya que estaba fotocopiando su partida de defunción y completando papeles debido a su muerte. Sin querer, lo vi. Estaba lista. Era el momento de saberlo. Lo vi. Pero ya no tenia sentido ponerle nombre. Siempre sería y será MI PRIMER BEBE.



viernes, 20 de junio de 2014

¿Es tu primer embarazo?

El otro día les contaba qué me pasa cuando me preguntan cuántos hijos tengo. Y recordé también esta pregunta que me hacían cuando tenía panza "¿Es tu primer embarazo?" Y obviamente esta pregunta también me genera mucha lucha interna.. la misma que les conté en "Y me preguntan cuántos hijos tengo".
 
Pero ahora quiero hablarles sobre los números, no sobre la lucha. No es lo mismo tener uno o dos partos. No es lo mismo tener una o dos cesáreas. Fijense que no.
 
  
Si mi primer bebé no hubiese salido al mundo por parto natural sino por cesárea, hoy en día no podría tener mas hijos (si yo y mi pareja decidiéramos tenerlos) ya que no se recomienda tener mas de tres cesáreas... cicatrización o otros detalles médicos que exactamente no conozco.
No es lo mismo entrar en la sala de parto sin saber qué hacer, a entrar sabiendo qué tenemos que hacer ahí y que hacen los demás.
Y ese comentario de la partera cuando estaba embarazada de Ana... que se iba a desencadenar todo mas rápido porque iba a ser mi tercer parto!!!
No es lo mismo hacerte 4 tests de embarazo, que uno solo. Ni tampoco celebrar con la familia dos anuncios de embarazo... que 3 o 4. No es lo mismo tener dividido nuestro corazón en cuatro, tres, dos o un hijo.
Cuando no viene nuestro período y vamos al médico, ya sabemos de memoria qué análisis debemos hacer, cuántas ecografías, etc.

Pienso en mi después de que mi primer bebé se convirtió en ángel, compartiendo alguna charla con una amiga o compañera de trabajo embarazada. Yo sabía que eran las nauseas y cómo se sentían las pataditas. Hasta sabía cuales eran las pautas de alarma, o qué debía comer o evitar hacer... pero no tenía un hijo en casa. Y cuando volví a quedar embarazada, había gente que quería darme consejos.. pensando que por no tener hijos conmigo era primeriza...
 
Pero creo que la gente cuando pregunta "¿es tu primer embarazo?" es una pregunta casi obligada.. como el comentario que hacemos en el ascensor sobre el clima "hace frío hoy". Como no sabemos qué decir, decimos estas frases. Sin pensarlo. Creemos que debemos decir algo.

¿Vos qué respondiste?

viernes, 13 de junio de 2014

Mi primer mundial sin mi bebé

Una de las cosas que mas duele.. esas que sentís cuando vas mejorando pero te clavan un puñal, son las fechas: aniversarios, cumpleaños, navidad y fin de año, día del padre/madre... hasta el mundial.
Con el embarazo proyectamos un futuro con nuestro hijo.. pensamos cómo serán las cosas y qué haremos: con su ropa, su cuarto, quién lo cuidará cuando regresemos al trabajo, y hasta qué haremos con ese bebé en esas fechas.
La primera fecha que me tocó vivir a mi fue el mundial. Al estar embarazada de 7 meses ya había conversado mi licencia maternal del trabajo y por ende pensaba "Uyy el mundial lo voy a ver en casa!". Es emocionante compartir el mundial en el trabajo porque se arman reuniones colectivas en el comedor o en las salas de reuniones y se comparte mucho el espíritu festivo: todos juntos alentando. Yo creía que me perdería eso.. pero no importaba... tendría a mi bebé para que gritemos juntos los goles. Pero no fue así.
Llegó el mundial. Mi bebé estaba en el cementerio y yo estaba en el trabajo... sola.
 
Demasiadas ilusiones rotas. Demasiadas imágenes equivocadas.
 
Mis compañeros de trabajo gritando y alentando al equipo de Argentina. Y yo, encerrada en una oficina... llorando... sin tener fuerzas para salir. Me escondía por dolor. Me encerraba por el sufrimiento de tener que afrontar una realidad muy dura: era mi primer mundial sin mi bebé.

domingo, 8 de junio de 2014

Y me preguntan cuántos hijos tengo

Creo que es la pregunta mas difícil que me toca responder. A veces ni quiero responderla. O siento que soy insensible, o que niego la existencia de mis bebés.
 
Antes del nacimiento de Sofi sentía que era blanco o negro. O decía que había tenido un bebé que murió en mí o que no tenía hijos. Si decía lo primero sentía como que era demasiada información y que tal vez estaba poniendo a esa persona en un lugar incómodo. Pero si decía que no tenía, sentía que estaba mintiendo. Y por otro lado, que estaba ocultando o negando la vida/muerte de mi bebé.
 
Y nació Sofi. "Cuántos hijos tenés?" "Es la primera?" y trataba de responder desde la verdad. A veces hasta respondía otra cosa para no entrar en mi debate interno.
- "¿Tenés mas hijos?"
- "Es mi primera nena"

Y después perdí otro embarazo. Y luego vino Ana. "Cuántos hijos tenés?" "Es la primera?" Ahora la respuesta estaba mas complicada. Normalmente respondo:
"Tengo otra en el jardín".. refiriéndome al jardín de infantes ya que normalmente me encontraban sola con Ana en la calle haciendo las compras.
Cuando respondo sólo eso, siento que se me desgarra el corazón... pero si no lo hago... la gente no entiende... es demasiada información. No es como cuando preguntamos sobre los padres de una persona de mas de 30 años y nos dicen "falleció", sentimos congoja y extendemos nuestro pésame. ¿No podría ser así de natural?
 
Recuerdo la misma pregunta pero referida a los embarazos. Y amiga.. vos bien sabrás que no es lo mismo entrar en trabajo de parto de un segundo embarazo.. ahí no importa cuantos hijos vivos tengamos. Cuando fui a ver a mi partera en el embarazo de Ana me dijo "Ojo Mari que va a ser tu tercer parto.. puede venir todo mas rápido". Pero de esto hablaremos otro día...
 
Siento que no soy como la mayoría de las madres que tienen uno, dos, tres o cuatro hijos. Sino como la minoría que tenemos un par acá y otro par allá... en el cielo.
 
 Y vos.. cuántos hijos tenés?
 
 

lunes, 2 de junio de 2014

Te ame desde que supe que estabas dentro mío


Una de las cosas buenas que me pasaron gracias a la muerte de mi bebé es que estoy conociendo gente maravillosa... que de otra manera no hubiese conocido. Suena feo decir "gracias a" pero es verdad.. sino no estaría aquí hoy, ni escribiendo lo que estoy escribiendo. Y parece que junio es muy especial para muchas de nosotras.

Por eso les comparto este homenaje... de una madre para su bebé... a su Ángel:

 
Llego junio. .... Hace nueve meses imaginaba como seria este junio. ...  corriendo junto a papá al sanatorio. Imaginaba el parto con papá dándome la mano y escuchar tu llanto al salir de dentro mío. Llamar a los abuelos y tíos para avisarles que ya estabas acá, que podían pasar a visitarte. Imaginaba tu olor a bebé, tu mirada inocente y que tu sonrisa sería lo más hermoso del mundo.
Imaginaba llegar a nuestra casa y acostarte en la cuna que tanto nos costó elegir, darte besos en tu pancita mientras cambiaba tu pañal. Imaginaba discusiones con papá para ver de quien era el turno de levantarse.
No veía la hora de que sea junio para conocerte.
 
Finalmente llego junio. Pero no es el que yo imaginaba hace nueve meses.
Con papá si salimos para el sanatorio pero hace tres meses. Papá si estuvo a mi lado en el parto pero el único llanto que se escucho fue el nuestro. Sólo pude verte por un minuto.  Necesitaba conocerte y eras tan hermoso como te imaginé.
Llegue a casa y solo tenía tu cuna, vacía porque vaya a saber por qué razón no pudiste quedarte con nosotros, los regalos de la gente que no pudo conocerte, la ropita con la que te había imaginado.
Creo q pasaste por nuestra vida para enseñarnos. Con vos aprendí a valorar las cosas por lo que realmente son. Aprendí a decirles a las personas que las quiero más seguido por que nunca se sabe por cuánto tiempo las vas a tener.  Aprendí a no organizar tanto y disfrutar más del momento porque todo lo que organizamos puede cambiar en un segundo.
Gracias a vos aprendí lo que significa ser mamá.
Aprendí que se puede amar a alguien sin conocerlo. Porque desde que supe que estabas dentro mío te ame más de lo sabía que podía amar. <3
  
Gracias Silvina Ignatti por compartirnos tu historia de amor :)