jueves, 12 de diciembre de 2013

Miedo a volver a sufrir


Con mi cuarto embarazo se intensificó mi miedo. A medida que fue avanzando iban cambiando mis miedos. Miedo a que termine en aborto. Miedo a que tenga algún tipo de malformación o síndrome. Miedo a ir al obstetra o a una ecografía y que no le encuentren latidos. Miedo a que la placenta baja no suba. Miedo a que los antibióticos para la infección urinaria le hagan mal al bebé. Miedo a ir a cesarea. Miedo a que el líquido amniótico que se encontraba en el nivel inferior descendiera. Miedo a que la anestesia para la extracción de dos muelas le haga mal al bebé. Miedo a que la infección dental le pase al bebé. Miedo a perder el líquido amniótico y no darme cuenta. Miedo a manejar y que me pegue el airbag en la panza. Miedo a andar en colectivo o taxi y que choquen. Miedo a que la operación de trombosis hemorroidal o sus medicamentos maten al bebé. Miedo a tener diabetes gestacional. Miedo a que se desencadene y se adelante el parto.
En realidad es Miedo a volver a sufrir. No al dolor, sino al sufrimiento. A que se me desgarre nuevamente el alma. Miedo a que este bebé también muera.


Mi miedo vive en el futuro y se relaciona con el pasado. El momento no es lo que me da miedo, sino que por las experiencias vividas durante la muerte de mi primer bebé y el aborto espontáneo del tercer embarazo me hacen imaginarme un futuro de iguales posibilidades, es decir dolor.

Aun no encontré el remedio para el miedo, mas que tratar de no pensar y seguir adelante.

Es como cuando éramos chicos (pero no tanto) y nos daba miedo la oscuridad, sin posibilidad de prender una luz lo único que podíamos hacer era avanzar en la oscuridad, hacia lo desconocido.
El miedo nos puede paralizar o podemos decidir continuar. Para romper con esa idea que nos da miedo… como es una idea ¡no tenemos que pensar!
Muchas veces nuestros miedos se basan en experiencias vividas, que al encontrarnos en una situación similar nos trasporta automática y sentimentalmente a esa primera experiencia.
Entonces, si es algo racional yo elijo no sufrir y si para no sufrir existe la posibilidad de sacar el miedo a un lado… entonces lo haré a un lado y seguiré. Día a día. Hora a hora. Minuto a minuto. Pasito a paso. 

 

Enfrentemos al lobo… ¡si se puede!

martes, 10 de diciembre de 2013

Muerte Fetal = Tabú

Cuando quedé embarazada por primera vez sabía que los primeros tres meses eran "peligrosos" y que se podría perder. Luego de la semana 12, imagino que como toda mamá, respiré tranquila. A algunos familiares, que no veía muy seguido, les fui avisando sin prisa. Recuerdo que a unas primas segundas les comenté en el ¡sexto mes! y pensé que iría al cumple de 15 de otra prima con un hermoso bebé de 7 meses. Pero no fue así.
Aún no habían fallecido los bebés de Juana Viale ni de Panam. Así que yo no tenía muchas referencias de que los bebes también morían en las panzas.
Durante mi primer embarazo mi mamá me había dicho "vos vas a tener un buen embrazo y parto como yo que no tuve ningún problema" - hoy creo que ella solo se refería a la parte de herencia genética de ella...

La muerte está pero no la vemos hasta que nos toca de cerca.
El otro día hablaba con una amiga y notamos que muchas de las páginas web para embarazadas no tienen información sobre pérdidas de embarazos: los abortos espontáneos, muertes fetales, muerte durante el parto, etc. Y muchas otras ni siquiera hablan el tema de las complicaciones. Parecería que solo se enfocan en una parte... la dulce espera.
Yo no quiero que mamás embarazadas se asusten, pero creo que es realista enterarse qué cosas pueden pasar. Ya que cuando nos pasan la primera y única pregunta que nos hacemos es "¿por qué a mi?
No se en qué parte de la historia pasaron las muertes fetales a ocultarse, como si fuese algo malo. Malo es, pero me refiero en el sentido de como que trae vergüenza o que no debe compartirse algo tan malo.
Lo mas triste de todo, es que recuerdo que apenas se murió mi bebé y lo contaba el 80% de las personas habían tenido algún tipo de pérdida de un bebé. Una de las primeras fue en el cementerio. A penas realizamos la misa con su pequeño ataúd, nos llamaron para firmar unos papeles para la cremación. La señora que nos atendió nos preguntó sobre nuestro bebé y nos contó que su hija había perdido también un embarazo de 7 meses.
Entonces, si lamentablemente son varios los casos y no tan excepcional como se cree.. ¿por qué no se trata como un tema mas de la vida? ¿por qué no hay bibliografía/información? ¿por qué no hay apoyo?

 
Image courtesy of Darren Robertson, / FreeDigitalPhotos.net"

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Las primeras fiestas sin mi bebé

Mi bebé falleció el 15 de enero de 2010 según dice el certificado de defunción pero aparentemente llevaba ya dos días sin latidos de su corazoncito.
Pasé el año como pude, incluyendo fecha probable de parto, día del padre, día del niño, día de la madre y cumpleaños.
Hasta que llegó el 31 de diciembre.
Recuerdo que yendo a la casa de mis padres estábamos escuchando el programa de radio "Basta de Todo" y Cabito dijo que para recibir lo que trae el 2011 había que dejar ir lo del 2010. Parecía que alguien me estaba mandando un mensaje.
"Image courtesy of anankkml / FreeDigitalPhotos.net"
Y ahí estaba yo, con mis padres, mi abuela y mi marido sentados en el quincho comenzando la cena del último día del año.
Había muchos recuerdos, muy fuertes todos. Hacía un año atrás estaba en el mismo lugar, con la misma gente pero con una panza de 7 meses esperando mi primer hijo. Fotos con sonrisas de lado a lado. Todas las fotos y todos estaban alrededor de la panza. ¡Qué momento mas feliz!
Ahora yo estaba en el mismo lugar físico pero en otro lugar con los brazos vacíos.
Y de repente no entendí nada.
Voces a lo lejos.
- "Quedate acostada"
- "No pasa nada"
- "Quedate tranquila"
Y de a poco empecé a ver a mis viejos, desde el piso. Una de las voces era la de mi marido que me tocaba la cabeza y mi papá estaba a su lado en el piso también. Ya habían pedido la ambulancia y tenía que permanecer quieta. Me explicaron que estaba recostada en el piso porque había tenido un ataque como de epilepsia.
Para mi pasaron dos minutos hasta que vino el médico y empezó a hacerme preguntas. Lo primero que me salió fue "creo que estoy embarazada".
Y se hizo un silencio.
Me quedó grabada la cara de mi mamá como diciendo "pobre, está muy mal y confundida".
 
Pero yo tenía razón: estaba dejando ir a mi bebé para recibir a Sofi.
 

viernes, 29 de noviembre de 2013

Cómo entender a los padres

Antes hablé sobre qué no decirles a los padres que han perdido un bebé. Y me parece justo escribir sobre cómo acompañarlos o qué tipo de cosas decirles. Ya que sino parece que no hay nada que hacer por ellos, y eso esta muy lejos de la realidad.
Quisiera compartirles una carta que me parece que resume exactamente todo esto. La misma se encuentra en el libro "El desafío de re-nacer" de Mauricio Meza Acosta. Me crucé con este maravilloso texto en el blog “Yo te esperaba”.
 
Considera mi duelo
No te pido que me des un trato especial.
No estoy enfermo, no tienes que alejarte de mí.
Sólo te pido que consideres algunos aspectos pues me ha sucedido lo peor que me pudo haber sucedido. 
Te pido que no tengas temor de pronunciar el nombre de mi hijo ya que el vivió, vive aún en mí, fue y es muy importante.
Considera lo feliz que me siento de saber que tu también lo recuerdas y hablas de él.
Me gusta saber que tú también lo tienes presente en sus cumpleaños y aniversarios.
Considera que pasaré tal vez en un mismo día por diferentes emociones.
Puedo vibrar de alegría al recordar a mi hijo y puedo llorar después por su ausencia.
Tal vez un día estaré feliz y otro será desastroso para mí.
Te pido que me des espacio para ser libre con mis emociones, aún estoy trabajando en ellas.
No me obligues a estar contento cuando estoy retraído, porque estoy pensando en mi hijo. 
Considera que lo que me ha pasado no tiene nombre.
No lo compares a otra situación que te haya sucedido a ti.
Perder un hijo no es igual a otra muerte o evento.
Por favor, no hagas comparaciones.
Considera que a pesar de que estoy trabajando en trascender mi duelo
y elaborar mis emociones, no sé cuánto tiempo pueda durar esto en mí.
Aunque los profesionales digan que el duelo dura de uno a tres años, a veces pienso que pasarán muchos años para poder superar este trauma.
Dame tiempo, no sé cuanto...
Por favor no me consueles con explicaciones teológicas o religiosas, no me digas que "Dios quería otro angelito con ÉL".
Considera que es normal el hecho de que yo replantee mi fe y mis creencias.
Incluso permíteme cuestionar mi religión y algunas otras cosas y no me hagas sentir culpable.
Yo sé que saldré con fe nueva y fortalecida en Dios, lograré un nuevo entendimiento con ÉL.
Considera que mi cuerpo también me pasa la factura por este golpe emocional.
Puedo ganar o perder peso, dormir mucho o no dormir, tener raras dolencias y ser propenso a estar enfermo.
Considera que hay momentos en los que  no me puedes hablar de problemas económicos.
Yo los conozco. Sólo te pido que consideres el momento oportuno.
Por último considera que tengo nuevos "anteojos" para ver la vida.
No soy el mismo. Jamás lo seré.
Soy diferente, no soy como antes, tal vez soy mejor...
Trata de conocerme.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

¿Otro Angelito en el Cielo?


"Image courtesy of  bplanet / FreeDigitalPhotos.net".

Luego del nacimiento de Sofi (segundo embarazo) estábamos mas tranquilos y confiados que la muerte de nuestro primer hijo había sido única. Creímos que la probabilidad de que algo malo nos volviera a pasar era baja.

A unos días de mi cumpleaños 37, con 7 semanas de gestación comencé con pérdidas. Pensamos que tal vez sería algo parecido al embarazo de Sofi, que con progesterona y reposo pasaría. Pero en menos de 12hs se desencadenó lo peor: un aborto espontáneo. Cuando estábamos yendo para la clínica perdí lo que parecía ser la placenta en el baño de casa. No podía tirar el botón sabiendo que tal vez allí estaría mi hijo/a. Lo guardé en un frasco. En la clínica, mediante ecografía nos confirmaron que ya no tenía yo nada y no necesité un legrado. Solo antibióticos y otra medicación para ayudar a que no quedara nada en mi…

No podía llevarlo al cementerio ni dejarlo en el frasco. Fui a un vivero y pedí una planta que aguante el frio y el calor. La traje a casa en una linda maceta y allí lo puse, dignamente.

Nunca sabré si el embrión llegó a formarse pero mi corazón de madre lloró otra vez.

 

sábado, 16 de noviembre de 2013

Crear una Memoria



"Image courtesy of noppasinw / FreeDigitalPhotos.net".

Creía que yo no había creado una memoria para mi angelito. Pero a medida que iba escribiendo este texto me dí cuenta. Frente al instituto donde iba a ver a mi psicóloga había una casa de joyas. Recuerdo que me molestaba que las madres se colgaran en una cadenita al cuello medallitas con formas de nene o nena según sus hijos. No se porque entré y terminé comprando un angelito con una pulsera muy fina. Hasta hoy la tengo en mi mano izquierda (que es la que conduce a mi corazón). Nunca negaré su paso por mi vida…

Crear una memoria ayuda a cerrar el círculo, a avanzar en el duelo, a sanar. También se puede hacer un rito de despedida… para dejarlos ir. Hay muchas maneras de hacerlo. Algunas de ellas podrían ser:
-      Crear un álbum con las ecografías y/o fotos del nacimiento
-      Encender una velita o incienso en días especiales
-      Plantar un árbol dónde puedas luego “visitar” a tu bebé
-      Guardar (en una caja hecha o decorada por vos) algún objeto especial de ese bebé: algo que le hayas comprado (ropita, juguete, chupete, etc.) o algo que le perteneció (ropita, cordón umbilical, mechón de cabello, brazalete identificatorio del hospital etc.)
-      Donar sus cositas a bebés conocidos o a entidades
-      Guardar un objeto para su hermano/a menor/mayor
-      Escribir una carta de despedida o agradecimiento
-      Realizar un diario sobre su vida y muerte
-      Escribir un blog
-   Realizar una ceremonia religiosa
-   Disponer de sus restos (de ser posible) y guardarlos en el cementerio; o cremarlo y arrojar sus cenizas en un lugar que sea significativo para nosotros
-      Hacerse un tatuaje representativo
-   Suelta de globos o de una paloma con su nombre en una cinta
-      Atribuirle un significado a su paso por tu vida
Las opciones son tan variadas como las personalidades de cada uno de nosotros. Algunos nos inclinamos para lo sentimental, otros para lo racional, otros para lo representativo. Lo importante es que aquello que hagamos lo hagamos con el corazón y sintiendo que ESO es lo que queremos hacer.
 
 
 
 

lunes, 11 de noviembre de 2013

Lo que no me gusta escuchar

Se que es difícil entender a los padres de un bebé que ha muerto. Pero si no sabes qué decir… por favor ¡no digas nada!

Me molestaba mucho escuchar algunas frases que no tenían sentido para mi. Hoy en día también me molestan escuchar esas y muchas otras.

Seguramente esto tendrá que ver con el carácter de cada persona y con las experiencias vividas. Pero para mi.. éstas son las que mas me molestan:
 

Ya vas a tener otro / Ponete contenta que ya tenés uno

¿Quién dijo que un hijo reemplaza a otro? ¿Acaso un padre reemplaza a una madre o viceversa?
Podría entenderse que al tener otro hijo podremos completar nuestros sueños de armar una familia grande, de dar vida, de tener un hijo de sangre propia, de responder a un llamado (el de la maternidad), etc.
Pero… ¿saben si realmente se podrá tener un hijo?
El tener uno o más hijos no subsana el dolor. Vuelvo a escribir: un hijo no reemplaza a otro. Podrá darnos mas fuerzas. Podrá darnos la “escusa” para levantarnos cada mañana e intentar seguir adelante. Pero no por ello negaremos los dolorosos hechos o los olvidaremos.
Recuerdo que cuando perdí mi tercer embarazo una vecina estaba de la misma fecha que yo. Como su embarazo progresaba satisfactoriamente cada vez que la veía era un recordatorio de lo que yo había perdido y cómo podría estar. Me sentía mal que tal vez me viera rara. Entonces, por consejo de mi psicóloga, un día le comenté que si me comportaba rara o distante era porque yo también estaba embarazada cuando ella me lo comentó que estaba embarazada pero yo luego lo había perdido tres días después. Su respuesta fue: “Yo tengo una amiga que también le cuesta quedar embarazada – No te preocupes, ya vas a tener otro”.
 

Hay que seguir adelante / Han pasado meses, ya deberías haberlo superado

¿Y qué crees que estoy intentando hacer? ¿Existe una receta con cálculo de tiempo para los duelos?
Algunas personas somos más demostrativas que otras. Algunas compartimos nuestros pensamientos y nuestros sentimientos a diestras y siniestras.
Lo que tenemos que lograr es completar el duelo de manera que volvamos a ser funcionales para nuestras vidas. De esta manera podremos vivir y no solo sufrir.
 

Cuanto más joven era el hijo, menos intenso es el dolor que debes sentir

Hay una creencia instalada en la sociedad que es diferente si apenas se formaba el embrión a un feto de 8 meses. ¿Existe una fecha exacta para sentir el dolor? El lazo con el bebé no es solamente temporal, también juegan mucho las ilusiones, los deseos, los proyectos y un montón de cosas mas. Creo que también juega mucho la edad materna, como me decía el otro día mi marido: no es lo mismo perder un embarazo a los 40 que a los 20, no por el dolor… sino por la presión que la madre podría llegar a sentir de la “naturaleza”. Recuerdo que cuando perdí a mi primer bebé al regresar al trabajo, a un par de días, una de mis mejores amigas allí me comentó que había perdido su embarazo de 6 semanas. Ella tenía 40, el novio 32. La pareja no pudo superar la pérdida, se separó y ella tuvo que volver a buscar un departamento (y hacía 3 meses se habían ido a vivir juntos!). Yo la vi tan devastada o peor que yo con su pérdida.
 

Ya serás tu misma(o) otra vez

Cada experiencia que vivimos nos hace crecer, nos modifica. No importa si es cambiar de trabajo, comenzar el colegio o irnos de vacaciones. Todo es evolución. ¿Cómo voy a ser el mismo después de terrible experiencia? 
Parece complicado, como que nada de lo que nos digan estará bien. Y un poco es así. Yo creo que lo mejor que puede hacerse en estos casos es acompañar, en silencio, escuchando activamente, dejando que los padres puedan expresar su dolor libremente y no olvidarse nunca que no hay mejor remedio que el abrazo de corazón a corazón.
 

"Image courtesy of SweetCrisis / FreeDigitalPhotos.net".

 

jueves, 7 de noviembre de 2013

Darnos Permiso

No hay que sentir culpa si tenemos sentimientos encontrados. Hay que dejarlos salir pero de manera libre. Si realizamos un proceso de duelo adecuado no tendremos estos sentimientos de por vida ya que estaremos en otro nivel. 

Luego de una pérdida de un hijo está totalmente permitido: 

-      Llorar cuando queramos y donde queramos
-      Envidiar a embarazadas
-      No poder ver bebés ni niños pequeños
-      Tener miedo
-      Tener pesadillas
-      Desahogarnos con palabras
-      Pedir ayuda profesional
-      Pedir ayuda a cada amigo y familiar
-      Buscar comprensión
-      Pensar que lo que nos pasó es una mierd@
-      Tomarnos nuestro tiempo para pasar una etapa a otra del duelo
-      Tener bronca
-      Pelearnos con Dios, con el universo o con quien sea
-      Hablar sobre lo que vivimos
-      Recordar a nuestro bebé
-      Tirar o guardar todo recuerdo relacionado
-      Estar desconcentrados / volvernos olvidadizos en nuestras cosas cotidianas
-      Sentirnos sin fuerzas
-      Dormir mucho
-      Reírnos sin causa aparente
 

Lo único que está prohibido es CULPARNOS o CASTIGARNOS por lo que pasó.
 
 
 
 

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Etapas de un Duelo


Para mí fue mi primer duelo ya que 3 de mis abuelos fallecieron cuando era pequeña. Tal vez algunos de Uds. estén familiarizados con las etapas de los duelos, lamentablemente. Igualmente está bueno recordarlas ahora. 

Según Kubler-Ross, luego de estudiar mas de 500 pacientes describió 5 etapas del duelo: 

1) Negación y aislamiento: etapa inicial donde nos sentimos culpables porque ingresamos a un estado de incredulidad frente a la muerte;

2) Enojo o ira: proyectamos nuestro sentimiento hacia otras personas, mediante la  depresión. Culpar a otro es una manera de evadir el dolor  y la desesperación

3) Pacto: es como que debe ganar tiempo antes de aceptar la realidad, por lo que retrasa la responsabilidad necesaria para liberar emocionalmente la pérdida;

4) Depresión: enojo hacia adentro que incluye sentimientos de impotencia, desamparo y falta de esperanza

5) Aceptación: pensamos en quien falleció, sin sentir o expresar sentimientos intensos de alegría o tristeza al recordarlos; comenzamos a vivir el presente sin pegarnos al pasado pero sin hacer planes para el futuro 

Pero tenemos que tener cuidado de que nuestro duelo no se convierta en enfermedad: 

a) Ausencia del duelo consciente, con descompensación psicológica caracterizada por depresión, ansiedad y/o enfermedades psicosomáticas.

2) Ambivalencia entre recuperación rápida y aparición posterior de sentimientos de nostalgia, culpabilidad y conductas autoagresivas que pueden llevar al daño físico o hasta el suicidio

3) Cronicidad del proceso, por persistencia de ira, que se manifiesta por nerviosismo, irritabilidad y agresividad, que conduce a la depresión.
 

El duelo materno/paterno por la muerte de un hijo puede tener una respuesta mas intensa que cuando fallece un familiar adulto. 

- Se incrementa la sensación de irrealidad ya que la relación con nuestros bebés fallecidos se basan en lazos afectivos principalmente y no tanto con el contacto físico. Nuestras esperanzas y fantasías se ven frustradas ante la muerte. También puede ocurrir que si la madre tuvo un parto con anestesia general se incremente la idea de irrealidad.

- Baja notablemente la autoestima materna ya que nos consideramos incapaces de confiar en nuestro cuerpo lograr satisfactoriamente el nacimiento de un hijo vivo y sano; principalmente cuando la pérdida estaba relacionada con anomalías fetales o problemas genéticos

La Canción de Mi Angelito


Desde que quedé embarazada por primera vez no podía parar de cantar “Que será, será”. Ni sé dé dónde se me había pegado. Obviamente ya no puedo cantarla… al menos sin llorar… pero parece que su letra era justo justo… para mi y para mi angelito.

Versión original en Inglés
Traducción al castellano
When I was just a little girl
I asked my mother what will I be
Will I be pretty will I be rich
Here's what she said to me

Que Sera Sera
Whatever will be will be
The future's not ours to see
Que Sera Sera
What will be will be

When I grew up and fell in love
I asked my sweetheart what lies ahead
Will we have rainbows day after day
Here's what my sweetheart said

Que Sera Sera
Whatever will be will be
The future's not ours to see
Que Sera Sera
What will be will be

Now I have children of my own
They ask their mother what will I be
Will I be handsome will I be rich
I tell them tenderly

Que Sera Sera
Whatever will be will be
The future's not ours to see
Que Sera Sera
What will be will be
Que Sera Sera
Cuando era solo una pequeña niña
Le pregunté a mi madre que sería yo
¿Seré bonita? ¿Seré rica?
Aquí está lo que me dijo:
 
Que Será Sera
Lo que tenga que ser, será
No es nuestro el futuro para ver
Que Será Será
Lo que sea, será
 
Cuando crecí y me enamoré
Le pregunté a mi amorcito que nos deparaba
¿Habrá arcoíris día tras día?
Aquí está lo que mi amorcito me dijo:
 
Que Será Sera
Lo que tenga que ser, será
No es nuestro el futuro para ver
Que Será Será
Lo que sea, será
 
Ahora tengo hijos propios
Ellos me preguntan que serán
¿Seré bonito? ¿Seré rico?
Tiernamente les respondo
 
Que Será Será
Lo que tenga que ser, será
No es nuestro el futuro para ver
Que Será Será
Lo que tenga que ser, será
Que Será Será
 
 

 Y mi bebé fue lo que tuvo que ser: Un Angelito

martes, 5 de noviembre de 2013

La Regla del OSO IDIOTA

Al poco tiempo de la muerte de mi primer bebé recordé algo que me había dicho mi psicóloga hacia mucho tiempo: "María, cuando tenés tiempo libre pensás tonterías".
Y alli, me encontraba yo. Había suspendido mis estudios de Relaciones Públicas por la llegada del bebé. Luego, ni llegué a reinscribirme en marzo ni tenía la cabeza como para ponerme a estudiar en serio. Entonces decidí que debía ocupar mi tiempo libre luego del trabajo. Comencé a buscar cursos cortos. Y como esas cosas que aparecen en el momento indicado encontré un mail con esta historia: 

La Regla del OSO IDIOTA - Jorge Bucay

Image: digitalart / FreeDigitalPhotos.net

Esta regla comienza  con la “O” del oso. ¿Usted quiere algo? Obténgalo!!! “Obtenga” lo que usted quiere, juéguese la vida  para obtenerlo!!! corra el riesgo!!!, comprométase con su deseo!!! ¿Qué busca? ¿El amor de ésa persona “tan especial”?… ¿Esa casa “tan soñada”?… ¿Ese trabajo?… Vaya, salga a buscarlo y obténgalo!!! 
Pero…, uno puede darse cuenta que a veces es imposible obtener lo que quiere. Entonces, ¿qué dice  la regla en segundo lugar? ¿No puede “obtener” lo que quiere?… (Y siguiendo con la “S”, la segunda letra del oso) Nos dice: Sustitúyalo!!! “Sustitúyalo” por otra cosa!!! – Esa persona “tan especial y única” no me quiere… Pues bien, que lo quiera otra persona. – Esa otra tampoco me quiere…. Entonces, busque un marinero!!!
Cómprese una mascota!!! – Ah… No!!! Imposible sustituirla!!! “Como ésa persona no hay…” 
Entonces, ¿qué nos dice la regla en tercera  instancia?… ¿No lo pudo “obtener”?… ¿No lo puede “sustituir”?… Y siguiendo con la “O”, la tercera letra del oso) Nos dice: Olvídelo!!! -Ah No, “Imposible”….. ¿Cómo imposible? – Siii, “Imposible olvidarla!!!” “Éso si que es i-m-p-o-s-i-b-l-e!!!”
Ahhh… “¿Imposible?” 
Entonces… si no lo puede OBTENER, si no consigue SUSTITUIRLO, si no quiere OLVIDARLO… La “Regla” dice que Ud. es un “IDIOTA”.
Quedando así constituida “LA REGLA DEL OSO IDIOTA”. 
 
Chan!! me sentí una idiota...
 
A veces no podemos olvidar pero podemos cambiar nuestra idea sobre las cosas que creemos - sobre todo las imposibles. Y si no podemos cambiarla y nos quedamos pegados a ella... eso es lo IDIOTA.
Tal vez antes de llegar a sentirnos idiotas podemos aplicar la regla a ver qué pasa.
 
Esta historia estaba en un newsletter de coaching ontológico. Averigüé sobre el curso y a pesar de que ya había empezado aceptaron mi inscripción igualmente.
 
Sin saberlo, estaba comenzando un proceso de sanación y crecimiento personal que me ayudó a llegar hasta aquí. Me ayudó a ser quien soy hoy. Aprendí que no soy perfecta. Y mi aprendizaje diario puede ayudar a otros a no sentirse solos. 
Mi misión es brindarme a aquellos seres que estén perdidos a encontrar en la luz su majestuosidad. Si querés ¡podés! Yo te ayudo. Brillemos.
 
 

lunes, 4 de noviembre de 2013

La Historia de Mi Angelito


Mi vida transcurrió con altas y bajas hasta los 34 años. El pico de mi felicidad fue durante mi primer embarazo… pero también fue el comienzo de lo peor.

Trataré de ser lo menos detallista posible de los acontecimientos vividos desde el 13 de enero de 2010.

En mi chequeo médico de la semana 28 de gestación, mi obstetra no encontró latidos al bebé. Mi bebé había muerto. Optamos por parto natural inducido así la recuperación física mía sería más rápida y no me quedaría una marca en el cuerpo además de la del corazón. Con el certificado de defunción nos enteramos que era un niño (queríamos saberlo cuando naciera… pero habían cambiado las cosas y no quisimos verlo ya que nos habían dicho que estaba macerado – así su imagen quedaría intacta).

Por suerte nos tocó un grupo de profesionales de la salud de maravillas, sumamente humanos.

La autopsia reveló que tenía los vasos del cordón rectilíneos, y no como tenía que ser.. como el cable del teléfono como tirabuzón. Al tener una vuelta en el cuello seguramente le impidió tomar oxígeno. Además tenía calcificación de la tráquea y tuvimos que hacer otros estudios para descartar síndrome de Keutel. Encontraron otras características en su rostro pero no eran exclusivas de ningún síndrome o malformación.

Luego comencé un doloroso duelo que duró casi un año… y cada vez me iba mas abajo… pero esa ya es otra historia.

Recuerdo que el obstetra nos había preguntado si haríamos el NT Plus 11-14. Hasta que nos decidimos no encontramos fecha para poder realizarla. Igualmente pensábamos que si nos decían que había algo malo con el bebé no seríamos lo suficientemente fuertes para tomar una decisión drástica, seguiríamos con el embarazo. Me dije “yo no hoy a tomar esa decisión, que lo haga Dios”.

Y Dios evidentemente lo hizo.